Una investigación del Instituto Aeroespacial de la Universidad de Stuttgart, en Alemania, respalda la teoría de que el agua tiene memoria, una afirmación que podría cambiar nuestra forma de ver el mundo. Estos experimentos fueron posibles gracias al uso de un nuevo proceso revolucionario que hace que la estructura molecular de una gota de agua sea visible rápidamente. Por lo tanto, los científicos pudieron ver de forma instantánea cada vez que se producía un cambio en la estructura del agua. En una serie de pruebas descubrieron que cada gota de agua tiene un carácter único que refleja las vibraciones de aquello a lo que ha estado expuesta.

En una de las pruebas, se pidió a diferentes personas que usaran sus dedos para crear varias gotas de agua, y todos usaron la misma fuente de agua. Las gotas de cada persona fueron significativamente diferentes, sin embargo, el conjunto completo de sus propias gotas fue muy similar. En otras palabras, si hicieras esta prueba, todas tus gotas se verían casi iguales; pero en comparación con las de los otros participantes se verían completamente diferentes. Como todo el agua provino de la misma fuente original, la única diferencia fue la vibración impartida al tocarla. Claramente, el agua “recordó” la vibración de cada persona.

Como parte del mismo estudio, probaron para ver qué sucedería si colocaran una flor en un vaso de agua. Una vez más, se demostró la memoria del agua. Cada gota de agua que se cogió del vaso mostraba un patrón que se parecía a la flor. Cuando colocaron un tipo diferente de flor en otro vaso, esas gotas tomaron la forma de esa nueva flor. Una vez más, el agua demuestra que graba las vibraciones de cualquier cosa a la que esté expuesto. Esta nueva investigación apoya el famoso trabajo del Dr. Masuro Emoto, que va un paso más allá al proponer que la estructura molecular del agua cambia en respuesta a las vibraciones de lo que pensamos, decimos y sentimos. •