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¿Nuestras creencias crean nuestra realidad? ¿Puedes transformar tu vida cambiando tus percepciones? Para encontrar las respuestas a estas preguntas, tenemos que analizar cómo interacciona el funcionamiento del cerebro con el poder de la intención. Cuando naciste, tu mente era una hoja en blanco, sin prejuicios ni creencias, pero a los siete años desarrollaste lo que se denomina el Sistema Activador Reticular (RAS en sus siglas en inglés). Esta es la parte de tu cerebro que determina qué información experimentará tu mente consciente. Tiene una función vital, ya que nuestros sentidos se ven expuestos a unos cuatrocientos mil millones (400.000.000.000) de bits de información cada segundo, pero nuestra mente consciente sólo puede procesar unos 2.000 bits por segundo. El RAS selecciona lo que entrará en nuestro consciente, filtrando y desechando todo lo demás para que nuestra consciencia limitada no se sobrecargue.
El único problema es que este filtro que es el RAS elige lo que vas a experimentar basándose en los valores del sistema de creencias que absorbiste durante los primeros seis ó siete años de tu vida. Este cúmulo de información venida de tus progenitores, la familia, la religión y los medios determina lo que llama tu atención del mundo. No es extraño que tanta gente tenga los mismos problemas una y otra vez en cuanto a sus relaciones, el dinero, la salud y la felicidad. El RAS sólo te permite experimentar cosas que se ajustan a las percepciones del sistema de creencias con el que fuiste programado. No elegiste tu sistema de creencias... y sin embargo controla tu percepción de la realidad... a no ser que decidas cambiarlo. Cada uno de nosotros tiene el poder de ajustar nuestros filtros mentales para que podamos elegir más de lo que experimentamos. Un ejemplo de cómo funciona esto es lo que sucede cuando empezamos a interesarnos por algo nuevo. Puede ser una canción, una idea, o cualquier otra cosa en la que estés pensando intensamente. De repente, esta cosa nueva empieza a aparecer en tu vida... en revistas, en la tele, por internet, en conversaciones... está por todas partes. Al dedicarle a este tema tanta atención, has enviado el mensaje a tu cerebro de que es importante para ti, y el filtro RAS se ajusta para permitir que entre esta información en tu consciente. Esto demuestra que, cambiando nuestros pensamientos, podemos cambiar nuestra percepción de la realidad, así que el paso siguiente es aprender a utilizar este poder para elegir de forma consciente los contenidos de nuestra experiencia.
La mayoría de nosotros quiere que nuestras vidas estén llenas de paz, amor y abundancia. Podemos traer estas cualidades a nuestra realidad aprendiendo a cambiar el sistema de creencias que controla el RAS. La clave es entender que todas tus creencias heredadas se arraigaron a través de años de repetición y reafirmación, y pueden ser transformadas de la misma manera. Hay dos prácticas poderosas que, utilizadas junto con la meditación, pueden ayudarte a llevar adelante esta transformación. Las afirmaciones son mensajes positivos sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea, que reprograman nuestra brújula interna a través de la repetición. La visualización es una forma creativa de ver con tu ojo interno cómo quieres que sea tu vida. “Un solo paso no creará un camino sobre la tierra, así que un solo pensamiento no creará un camino para la mente. Para crear un camino marcado a nivel físico, tenemos que recorrerlo una y otra vez. Para crear un camino mental marcado, hemos de pensar una y otra vez los pensamientos que deseamos que dominen nuestra mente.” (Henry David Thoreau)
Estas palabras se escribieron hace más de 150 años, y sin embargo describen perfectamente lo que la ciencia llama las vías neuronales - las “autopistas” que llevan la información en nuestros cerebros. Cuando utilizamos afirmaciones y visualizaciones para enfocar nuestra atención en pensamientos y sensaciones positivas, creamos nuevas vías neuronales, y cuanto más los repetimos más fuertes y profundas se hacen las mismas. En paralelo, las vías antiguas heredadas se debilitan y se marchitan por falta de uso. A lo largo del tiempo, esto cambia tu RAS o filtro, para que lo que experimentes en la vida sea un hermoso reflejo de lo que eliges que sea.
A mucha gente le gusta decir: “si no lo veo, no lo creo”, pero esta es una ilusión, ya que en realidad: “lo verás cuando lo creas”. En lugar de permitir que valores heredados dicten el contenido de nuestra existencia, tenemos el poder de crear una nueva plantilla de percepción que literalmente cambiará nuestra realidad. Todo empieza con la intención de ser cuidadoso y consciente con nuestros pensamientos, palabras y acciones para que reflejen la persona que elegimos ser. Cada uno de nosotros tiene el poder de crear una vida llena de salud, felicidad y armonía... y cuando lo creas, lo verás.