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Cuando la gente anglosajona habla de las principales empresas farmacéuticas del mundo, utilizan la expresión 'Big Pharma'... y es que estas entidades realmente son 'Big', grandes. El año pasado sus ingresos totales fueron de unos 1.2 billones de euros:¡¡1.200.000.000.000 €!! Esa es una cifra enorme, y fue impulsada por los cientos de miles de millones que nuestros gobiernos les pagaron por las vacunas del covid. Los ingresos de Pfizer de 86.000 millones de euros en 2021 fueron el doble que el año anterior. Dado el tamaño de la Big Pharma, o Gran Farma, y su presencia en nuestras vidas, es importante hacerse dos preguntas: 1) ¿Es correcto que una industria gane tanto dinero a partir de las enfermedades de la gente? Y 2) ¿Se dedican realmente estas empresas a cuidar la salud de la gente?
Antes de entrar a profundizar en este debate, es importante señalar que muchos medicamentos farmacéuticos han sido tremendamente beneficiosos a la hora de salvar y mejorar las vidas de la gente. El descubrimiento de los antibióticos es tal vez el mayor ejemplo. Pero también existe un cáncer que está devorando el mismísimo corazón de esta industria, y es por ello que el Gran Farma está siendo cuestionado. Estas empresas son corporaciones y, por definición, su único objetivo es generar dinero para enriquecer a sus directivos y accionistas. La manera en que una corporación gana dinero es tener una fuente constante de clientes que paguen por sus bienes o servicios. Los "clientes" de las grandes farmacéuticas son personas que no están bien y necesitan pagar por pastillas e inyecciones. Así que el objetivo de estas empresas no es promover la salud y el bienestar, su objetivo es ganar todo el dinero posible manteniéndonos perpetuamente enfermos o asustados, para que sigamos usando sus medicamentos. En lo que respecta al covid, significa recibir interminables inyecciones de refuerzo, a pesar de que se ha demostrado que estas vacunas no previenen ni la infección ni la transmisión del virus.
El objetivo No es promover la salud, es que los accionistas ganen dinero.
Entonces, ¿cómo ponen en práctica este plan de negocios? El primer paso es lograr que la mayoría de los médicos estén de su lado. La gran mayoría de la gente hace lo que les dice su médico. Así pues, si el Gran Farma controla a los médicos, entonces controla a los pacientes (sus 'clientes). Esto comienza en la Facultad de Medicina ya que las empresas donan millones para poder influir en cómo son formados los médicos. Como resultado, los médicos salen de las facultades sabiendo mucho sobre qué medicamentos recetar, y muy poco, si acaso algo, sobre nutrición y otras formas de mantener la salud. Recordemos que el Gran Farma no desea ver una población saludable, así que los profesionales de la medicina son entrenados para gestionar la enfermedad... y no para promover la salud. Esta influencia continúa tras la facultad de medicina, ya que doctores y hospitales reciben de forma regular información sobre los últimos medicamentos y para qué enfermedades prescribirlos.
Todo ello logra que los médicos estén de su lado, pero, ¿cómo mantienen a la gente enferma de forma perpetua para que sigan pidiendo ayuda? Primeramente, la mayoría de los medicamentos que ofrecen no tratan las causas de las enfermedades, sino que abordan meramente los síntomas. Los pacientes (clientes) podrán sentirse mejor durante un tiempo, pero la enfermedad sigue ahí... así que siempre necesitan otra pastilla... u otra inyección. Además de ello, muchos medicamentos incluyen una larga lista de efectos secundarios potenciales que en realidad son nuevas enfermedades. Se trata de un círculo vicioso: el medicamento te aporta un alivio temporal de los síntomas de tu primera enfermedad, pero tomar ese medicamento durante un tiempo puede llevarte a otra enfermedad. ¿Qué hace el médico respecto a esas nuevas enfermedades? Te dice que te tomes otra medicina... con más efectos secundarios... y más problemas potenciales... y así una y otra vez... ¡No puede sorprendernos que la abuela tome diez pastillas diferentes al día!
Otro aspecto del plan de negocio del Gran Farma es utilizar su dinero para influir en el estamento médico y en los medios de comunicación. Un ejemplo de ello es una clase de medicamentos llamados estatinas. Antes se pensaba que el colesterol alto era una de las principales causas de las enfermedades cardíacas, por lo que se inventaron las estatinas para reducir su nivel en la sangre. Las grandes farmacéuticas utilizaron su influencia para ampliar continuamente el número de personas a las que se les decía que debían reducir su colesterol. Como resultado, las estatinas se han convertido en el medicamento que más dinero ha generado en la historia de la industria farmacéutica. Millones de personas están enganchadas a este medicamento de por vida, pero para la mayoría de ellos hace más daño que bien. Numerosos estudios han demostrado que el colesterol no es una de las principales causas de las enfermedades cardíacas y que las estatinas pueden tener graves efectos secundarios cuando se utilizan a largo plazo. Sin embargo, los médicos siguen recetándolas, porque han sido engañados por la capacidad de las grandes farmacéuticas de suprimir cualquier información que perjudique sus resultados. Este mismo poder se utilizó para reprimir tratamientos baratos (no rentables) para el covid. Estos son ejemplos evidentes de hasta dónde llegan estas empresas para proteger sus beneficios, sin tener en cuenta la vida de sus "clientes".
El Gran Farma también nos engañan mediante pruebas y publicidad engañosas. Sólo publican estudios que apoyan sus medicamentos, pero incluso estudios que parecen correctos son engañosos. Una forma de hacerlo es confundir el "riesgo relativo" con el "riesgo real". He aquí un ejemplo sencillo en el que se prueba un medicamento en dos mil personas con una enfermedad: mil personas enfermas recibieron el medicamento y otras mil recibieron una píldora falsa. Dos personas que tomaban la medicación murieron, mientras que tres personas que tomaban la píldora falsa murieron también. El riesgo real para ambos grupos es casi nulo: 99,8% de supervivencia con el fármaco y 99,7% con el placebo. Pero la compañía farmacéutica se centra exclusivamente en el "Riesgo Relativo" sin sentido que dice que tres muertes (de mil) son relativamente un 50% más que dos muertes. Así que se anunció el medicamento como “¡un 50% más efectivo a la hora de salvar vidas”! Ese tipo de publicidad falsa se envía a doctores ocupados que no tienen tiempo de leer al detalle los estudios, así que aceptan el titular “¡50% más efectivo!” Éste es el mismo método engañoso que se utilizó para afirmar que las vacunas contra el covid eran "95% efectivas".
Todo se reduce al hecho de que cuidar de nuestra salud no debería basarse en función de los beneficios que se puedan obtener. Cada día, millones de personas competentes y bien intencionadas van a trabajar como doctores, enfermeras, investigadores, personal hospitalario, etc... La inmensa mayoría de ellas se dedican a mejorar las vidas de las personas enfermas, pero por desgracia son peones de un sistema corrupto. El Gran Farma quiere que la gente esté contínuamente enferma para que compren sus medicamentos cada día durante el resto de sus vidas. Curar a la gente es el opuesto total a su modelo de negocio. Esta la locura que fundamenta nuestro sistema de salud. Es hora de que despertemos y acabemos con un sistema diseñado para gestionar la enfermedad para obtener beneficios, hacia uno que esté dedicado a mantener nuestra óptima salud en todo lo posible, mientras se sana a las personas que enferman.