EDICIÓN: Junio - Agosto 2014

MÚSICA PARA TUS OÍDOS

Por Cat Weisweiller
Está demostrado científicamente que la terapia musical alivia muchas condiciones físicas y fisiológicas, como el trauma cerebral, el Alzheimer, el autismo y el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). Y tenemos la suerte de contar con un compositor de este tipo de música aquí mismo en Ibiza. Se llama Ingmar Hansch, y para ibiCASA fue un gran placer encontrarnos con él para hablar de su trabajo.

Ingmar nació en 1971 en Leipzig, Alemania, ciudad en la que creció. Hijo de una directora ejecutiva de televisión y de un profesor de música, empezó a componer piezas con su piano a la tierna edad de 10 años. Unos años después, su afinada mente académica le llevó a la Universidad de Colonia para estudiar matemáticas, inglés y económicas. Sin embargo, salió de la universidad hambriento aún por desarrollar la composición, ingeniería y producción musical. Su carrera le ha llevado a trabajar con las principales compañías discográficas, incluyendo BMG, Sony, Warner y Virgin.



Entre los años 1995 y 2000 viajó yendo y viniendo de Ibiza, ofreciendo múltiples delicias musicales, incluyendo sus contribuciones a los álbumes 3 y 7 de Café del Mar. Entre ellas se encuentra alguna de las canciones chill-out seguramente más atesoradas de todos los tiempos: More than ever people y Out of time, que han figurado además en anuncios de Vodafone. Basta añadir que su nombre ha aparecido como productor, compositor y músico (teclado/piano) en más de 200 temas lanzados en estos años.

En el 2000, se mudó a Ibiza de forma permanente y montó la discográfica Open Mind Music, seguida de Movin’ Sounds Ibiza en el 2002. A través de esta última ofrece a día de hoy su estudio en combinación con sus habilidades de composición y producción. En 2004 fundó la plataforma musical orientada hacia temas medioambientales llamada Greenheart Music, y que opera bajo el mismo paraguas que Casita Verde. Al ir tomando raíces en la isla, también creció su apetito por el crecimiento espiritual, llevándole a profundizar más en su viaje hacia la meditación, el budismo y la vida holística.

Conoció a su esposa, Mie, en 2005, y tuvieron a su hija, Liva, en 2007. En 2010, las ganas de un nuevo reto intelectual llevaron a Ingmar a estudiar una carrera en psicoterapia, de la que emergió con un título de psicoterapeuta, coach de vida y terapeuta de conducta cognitiva. Es a partir de aquí cuando su aguda mente lógica, su talento musical y sus habilidades terapéuticas se fusionaron tan a la perfección en la producción de terapia musical: «Quería expandir mi amor por la música para llegar a aplicarla de forma terapéutica». Las frecuencias “solfeggio”, que tienen un efecto tanto a nivel celular como neuronal, son la base de este trabajo. Sin embargo, reconociendo el hecho de que estas frecuencias por sí solas, sin importar lo terapéuticas que puedan ser, resultan una experiencia auditiva bastante austera, Ingmar ha envuelto cuidadosamente (como sólo podría hacer una mente tan matemática) las frecuencias moduladas en un contexto musical armonioso y agradable. «Los temas utilizan frecuencias graves para crear un estado de relajación, pero también para activar y mantener alerta la mente. Hay sonidos estéreo que sirven para sincronizar los hemisferios cerebrales, tal como se utilizan en la terapia del trauma».



Su amplia lista de temas incluye la intuición, la transformación, el TDAH, los retos relacionales, la transición, la iluminación y la sanación. Algunos están diseñados para relajar, otros para revitalizar, otros para devolver la perspectiva, otros para activar la capacidad de las personas de resolver problemas, y otros aún para acompañar la meditación o la visualización. Uno de sus temas favoritos, inspirado por la propia experiencia y reto de Ingmar como padre, se titula: Relaxation for Babies and Parents (Relajación para bebés y sus progenitores). Para gran alivio de muchos padres y madres agotados o angustiados, tras 15 minutos de ponerles esta música, casi todos los bebés se duermen profundamente. El TDAH es otro trastorno que cada vez afecta a más vidas. Para quienes lo sufren, los ajustes dietéticos y la terapia musical resultan de enorme valor: «Para los niños y niñas con TDAH, la música potencia la atención y el enfoque, reduce la hiperactividad y fortalece los vínculos sociales. La música es ritmo, el ritmo es estructura, y la estructura resulta calmante para un cerebro cuyo TDAH le hace tener que esforzarse para regularse y mantenerse en un camino lineal». Música para los oídos de muchos padres y madres angustiados… •