Crear una práctica diaria
Por Jerry Brownstein
Tenemos la suerte de estar viviendo en una época de grandes cambios, pues cada cambio trae consigo la oportunidad de crecer. Cuando las circunstancias cambian, te ofrecen la libertad de soltar tus antiguas formas de ser y de creer… para encontrar nuevos caminos en la vida que te llevarán a la verdadera felicidad y plenitud. Una forma maravillosamente efectiva de realizar este tipo de transformación es desarrollar una Práctica Diaria que enriquezca todos los aspectos de tu ser: Cuerpo, Mente y Alma. Esto puede comenzar con tan solo diez minutos cada mañana, e ir aumentando según te vayas sintiendo más cómodo con ello. Todos somos individuos únicos, así que puedes crear tu práctica para que sea una mezcla personalizada de lo que te va bien a ti y a tu estilo de vida. Las exploraciones interiores pueden fusionarse con prácticas más físicas para que cuerpo, mente y espíritu sean nutridos diariamente. El objetivo es sentir tu verdadera belleza interior a todos los niveles… y traer esa energía positiva a todas las áreas de tu vida.

Un ingrediente que resulta esencial para el éxito de cualquier práctica diaria es la Meditación. No solo reduce el estrés, incrementa la claridad mental y fortalece tu sistema inmune, sino que además se trata del camino demostrado hacia la verdadera paz y felicidad. Mucha gente se desanima porque cree que la meditación es demasiado complicada y absorbe demasiado tiempo. Es cierto que hay formas de meditación que tienen normas estrictas en cuanto a cómo sentarse, qué pensar, etc., pero la meditación puede también ser sencilla, fácil y placentera. Yo recomiendo que empieces meditando solo cinco minutos al día… y que lo hagas a primera hora de la mañana… antes de encender el teléfono… y de encender la mente con todos sus pensamientos sobre el día que viene por delante.
Encuentra un espacio silencioso donde no serás interrumpido y siéntate cómodamente. No es necesario sentarse con las piernas cruzadas ni de ninguna manera en especial – tan solo asegúrate de que tu espalda está recta, y puedes usar cojines que te ayuden a ello. Ahora que estás cómodo, el siguiente paso es cerrar los ojos y concentrarte en tu respiración. Observa tu abdomen y cómo se expande con suavidad cuando inspiras, y cómo se contrae con suavidad cuando expiras… expandiéndose para permitir que el aire entre en los pulmones… contrayéndose para dejar que el aire salga. Tu respiración es siempre suave y natural, nunca forzada. Al empezar a relajarte, vendrán pensamientos a tu mente e intentarán captar tu atención… esto es normal, y en algún momento tal vez te des cuenta de que has sido atrapado por tus pensamientos. Cuando esto suceda no te frustres o sientas que has meditado mal… no existen malas meditaciones. El acto de observar tus pensamientos y de ser consciente cuando te capturan es la esencia misma de la meditación. Así que cuando esto suceda (y sucederá), simplemente sonríete ante la persistencia tenaz de tu ego, y suavemente devuelve tu atención al ritmo de tu respiración… Los pensamientos seguirán ahí… pero no estarás dándoles tu atención.

La meditación calma tu mente para que estés más abierto a recibir nuevas formas de pensar y sentir. Existen dos prácticas poderosas que puedes usar junto con la meditación para atraer más paz, felicidad y abundancia a tu vida: las Afirmaciones y las Visualizaciones. Las Afirmaciones son mensajes positivos sobre nosotros y el mundo a nuestro alrededor que reprograman nuestro guía interno. Repetirlas una y otra vez crea nuevas conexiones en tu mente subconsciente… cambiando tu sistema central de creencias para reflejar valores positivos. La Visualización es una forma creativa de ver en el ojo de tu mente la vida sana y feliz que deseas. Es una excelente manera de utilizar tu imaginación como puente entre tus viejas formas de pensar/ser y las nuevas formas en que estás eligiendo vivir.
La meditación y estas exploraciones internas calman el alma y clarifican la mente, pero no debemos olvidar el cuerpo. Recuerda que somos seres holísticos, lo que significa que lo ideal es que Mente, Cuerpo y Espíritu trabajen en armonía. Mantener tu cuerpo en forma, flexible y fuerte, es esencial para mantener este equilibrio y tener la vida que deseas. Hay formas muy gráciles de hacer ejercicio que pueden añadir este aspecto físico a tu práctica. El Yoga, el Qi Gong y los 5 Ritos Tibetanos están entre las prácticas más populares y efectivas, que aúnan movimiento físico y paz interior. Los Ejercicios de Energía Especiales son una forma poderosa de lograr que tu cuerpo se equilibre y fluya en menos de cinco minutos. La vida comienza por la respiración, así que aprender a respirar de forma consciente es otro aspecto importante de tu salud física y espiritual.

Estas son algunas de las muchas herramientas que puedes utilizar para enriquecer tu vida incluyéndolas en tu práctica diaria, pero el factor más importante es tu INTENCIÓN de llevarlo adelante cada día. Si intentas hacer demasiado al principio tal vez te desanimes, así que empieza por fijarte un objetivo razonable: cinco a diez minutos cada mañana. Una vez lo hayas establecido como parte regular de tu vida, puedes profundizar tu práctica añadiéndole elementos poco a poco. Es mejor experimentar con toda una gama de prácticas posibles, y quedarte con las que te sienten mejor. Tener la intención de empezar y mantener una práctica diaria es una señal clara de que estás aprendiendo a quererte a ti mismo… y a partir de ahí surgirán todo tipo de cosas positivas. •