EDICIÓN: Junio - Agosto 2022

Los múltiples beneficios de las abejas

Por Tanya Taylor
Las abejas son de vital importancia para nuestro bienestar, y no solo por el dulzor de su miel. Durante miles de años, la gente ha cuidado abejas para obtener los beneficios nutricionales y sanadores de sus productos. Aún más importante es el hecho de que las abejas son esenciales para el crecimiento de las plantas que nos aportan tanto alimento como belleza. Estos pequeños trabajadores incansables vuelan de flor en flor llevando el polen de una planta a otra. Este proceso de polinización es lo que hace que los cultivos prosperen para que puedan producir frutas, verduras, flores, nueces, semillas, legumbres y mucho más. De hecho, las abejas son responsables de la polinización de más del  80% de todos los cultivos que consumimos. Sin las abejas, nuestra alimentación se vería seriamente afectada y nuestro mundo sería mucho menos hermoso.

Aquí en Ibiza, las abejas polinizan diferentes plantas a lo largo del año, y esto se ve reflejado en el sabor de la miel que producen. En Otoño se ven atraídas por las algarrobas y el romero, mientras que en Primavera disfrutan del dulce sabor de las flores de azahar y de la frígola. Además de su deliciosa miel, las abejas nos aportan toda una serie de productos que son beneficiosos para nuestra salud. Michelle Gaitan is apiterapeuta aquí en Ibiza, y señala que la miel, además de endulzarnos la vida, es también un antibacteriano natural. El própolis es un antiséptico muy potente que las abejas producen a partir de su propio sistema inmune, particularmente efectivo para tratar las infecciones de boca y garganta. Los granos de polen y la Jalea Real son complementos alimentarios altamente nutritivos que están llenos de vitaminas y micro-nutrientes. Incluso el veneno de las abejas puede administrarse como acupuntura. Michelle crea remedios naturales a partir de estos productos asombrosos, que cosecha de sus propias abejas a las que cuida con mucho cariño. Dice que “estos preciosos regalos de las abejas están súper concentrados y los producen criaturas vivas, así que deberíamos utilizarlos con respeto y moderación.”




Su actitud está en armonía con las prácticas tradicionales de apicultura para cuidarlas sin explotarlas. Sin embargo, como tantas otras prácticas de la agricultura moderna, la apicultura se ha industrializado, lo cual ha llevado a una miel refinada de baja calidad extraída de abejas que son tratadas como un producto y no como seres vivos. Esto es desafortunado (y poco saludable), pero no es nada comparado con el grave peligro global que amenaza a las poblaciones de abejas. Desde el 2006 han ido emitiéndose avisos de una crisis global de las abejas, y sus números continúan cayendo a un ritmo alarmante. La agricultura industrial utiliza pesticidas tóxicos que se cree que son el motivo principal de la muerte de las abejas. Además, muchas grandes extensiones son plantadas con mono-cultivos de plantas genéticamente modificadas (OGM) que no se reproducen y que no ofrecen polen viable para alimentar a las abejas. Todo ello, combinado con la pérdida de hábitats y el cambio climático, claramente hace que las abejas estén librando una batalla difícil.




Sin la preciosa polinización que proveen estos insectos tan laboriosos, podríamos estar dirigiéndonos hacia una apocalipse agrícola. Algunos cultivos como la avena y el trigo aún estarían disponibles, pero la mayoría de alimentos nutritivos vitales desaparecerían sin este proceso natural de fertilización. Las abejas también son lo que se denomina una “especie indicadora”. Esto significa que reflejan el estado actual de nuestro entorno, así que si las abejas están muriendo, también lo está haciendo el delicado ecosistema de nuestro planeta. Afortunadamente, cada vez hay más conciencia sobre este problema y hay gobiernos y personas que están avanzando soluciones. La Unión Europea y algunos otros países han prohibido los fertilizantes que dañan a las abejas, y cada uno de nosotros puede tomar acciones que supondrán una gran diferencia.



Comprar comida cultivada localmente no solo es mejor para tu salud, sino que además fortalece el ecosistema de la isla y provee sustento para las abejas. Los apicultores de Ibiza cuidan de sus colmenas, y el resultado es una miel de buena calidad que es altamente nutritiva. Compara eso con la “miel” comercial altamente procesada, que puede contener tan solo un 10% de miel de verdad (siendo el resto azúcar). La pérdida de hábitats puede ser un problema para las abejas, por lo que plantar flores silvestres en áreas de tu finca les ofrece un pequeño refugio. Si quieres comprometerte en serio con su protección, entonces podrías tener tu propia colmena. Su montaje es bastante sencillo y la Asociación de Apicultores de Eivissa, con apoyo gubernamental, ofrece toda una serie de cursos, actividades y talleres para quienes quieran aprender a hacerlo. Su misión es regular la apicultura en la isla, estar al tanto de las poblaciones de abejas y asegurar altos estándares de cuidado utilizando métodos sostenibles.





También es importante conocer la diferencia entre las abejas y las avispas antes de blandir el matamoscas o de ahuyentar a un enjambre con humo o con venenos. Las avispas son las primas malvadas de las abejas. Tienen colores brillantes y una cintura estrecha, mientras que las abejas son más redondeadas y más oscuras, con una apariencia un poco peluda. Las avispas no polinizan, pero sí que irán tras tu comida de forma agresiva. También irán de forma agresiva detrás tuyo si te acercas a su nido, y cada una de ellas te puede picar múltiples veces. Las abejas son mucho más pacíficas, ya que su atención está puesta principalmente en las flores. Generalmente no son agresivas y solo picarán como último recurso para protegerse... y, tras picar, mueren.




El valorado actor americano Morgan Freeman es un ejemplo de acción positiva en este tema, al convertir su rancho en Mississippi de 50 hectáreas en un santuario para las abejas. La propiedad acoge 26 grandes colmenas y Freeman la ha replantado con árboles y plantas amigables con las abejas, como el trébol, la lavanda y la magnolia. Transmite apasionadamente esta situación al público: “La gente no se da cuenta de que las abejas son la base de la abundancia de la naturaleza y la clave de nuestra vegetación.” Él y muchas otras personas comprenden ya que estos insectos tan especiales trabajan sin descanso para mantener nuestro planeta próspero, y que es esencial que apoyemos su supervivencia de todas las formas que podamos.













También te puede interesar