El Feng Shui va áun más allá: las enseñanzas afirman que la elección y el diseño de un hogar afectan a muchas áreas de la vida, incluso a las relaciones, el éxito y la salud. Esto es aplicable a casas, jardines y oficinas: quien disfruta al sentarse en su oficina obtiene mejores resultados. En Asia, el Feng Shui es parte de la vida diaria. Tanto promotores de viviendas como gente de negocios consultan a los maestros del Feng Shui antes de construir o diseñar una sala. En el mundo occidental esto está sucediendo también cada vez más.
El ‘regusto’ esotérico despista: el Feng Shui es una ciencia milenaria. Su nombre (“Viento y Agua”) clarifica cómo a los humanos nos da forma nuestro entorno, y cómo en todo hay una fuente de energía. El Feng Shui clásico se basa en numerosos sistemas filosóficos y requiere un intenso estudio, que puede durar 30 años. Por ello, a menudo se practica el “Neo Feng Shui”, una versión más diluida de las enseñanzas originales. A pesar de ello puede funcionar muy bien.
El Hogar como Reflejo de la Personalidad
Se puede practicar Feng Shui con el arte moderno, los muebles sencillos o las antigüedades. Se trata de poner atención a tus cuatro paredes – y con ello a tu vida. Cada mueble y cada objeto deberían no sólo cumplir su propósito, sino también satisfacer una necesidad estética. A quien le gusten los ambientes cálidos y acogedores no debería rodearse de diseños minimalistas.
Si falta un área entera de la cuadrícula Bagua, porque la distribución de la planta no es cuadrada sino irregular, esto puede tener efectos negativos en las respectivas áreas de la vida. Si falta el área de las relaciones en un lugar, la pareja que viva allí puede tener problemas para sincronizar sus vidas. En tal caso ayudaría un "dinamizador" como por ejemplo un espejo, que trae profundidad. Si una parte del piso sobresale, significa una extensión de ese área de la vida. Esto es beneficioso.
Es importante incluso el Feng Shui “occidental”. Para sentirse cómodos también necesitamos orden y limpieza. Y libertad de movimientos. Los muebles no deberían estorbar. Trastos viejos que nadie necesita pueden ser una carga. Esto también es así con las esquinas afiladas de mesas o estanterías. Merece la pena consultar un libro serio y ‘ordenar’ un poco tu vida. El efecto secundario plancentero: un lugar del que poder estar orgulloso.